domingo, 27 de octubre de 2013

Para no variar ...

y digo para no variar porque en las últimas carreras nos hemos traído a casa la medalla de chocolate y hoy, otra vez, se ha repetido en Socuéllamos. Para mí, fabuloso, pero Javier no se siente del todo a gusto, sobre todo cuando se queda tan cerca del podio y a tan pocos segundos.

La cuestión es que de camino a Socuéllamos iba muy convencido de la estrategia a seguir: "es un diez mil, llevo tres medias maratones seguidas,  la semana no ha sido del todo satisfactoria así que ... voy a salir despacio, de menos a más.  La verdad es que tengo ganas de correr, me llevan las piernas mientras caliento." Vale. Hasta ahí todo perfecto. Se da el pistoletazo de salida y ¡fiuuum! me parece que los planes de ir despacio se han quedado por el camino y se deja llevar por la marea humana de mil corredores que salen corriendo como posesos.

En el kilómetro cinco se confirman mis sospechas y veo que va como de costumbre, a tope y sin ceder ni un metro pero, como los demás tampoco son cojos, la cosa no tiene pinta de a acabar bien pues los más directos rivales van junto con él en un pañuelo.

Y así ha sido, que al final tras marcarse un carrerón en 00:35:37 y darse una paliza, ha terminado en cuarta posición con su famosa frase "otra vez medalla de chocolate". Yo, satisfecha de ver que sus entrenamientos (aunque les resta algo de tiempo para correr conmigo) dan frutos y él, todo compugido por no terminar de despegar. Tiempo al tiempo. 



¡Ah! Si pensáis que vuestras zapatillas ya no amortiguan, o que están viejas mirad el modelo tan básico con el que ha corrido durante toda la prueba este muchacho dorsal 6231. 



Si queréis echar un vistazo a las fotos de hoy sólo tenéis que hacer click en este enlace:



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