sábado, 31 de octubre de 2009

Otra vez Murphy

Pues sí. Esta mañana hemos madrugado bastante y las 10:30 ya estábamos todos listos para salir pitando y, como no teníamos muy claro lo que hacer, hemos dado varias opciones a los niños que han sido los que al final han decidido: Saldríamos a dar un paseo corto con las bicicletas y luego nos iríamos a la Avenida del Sur a jugar al ping pong. No llevábamos ni veinte minutos pedaleando cuando veo que Javier se pone a mirar su rueda trasera: "me parece que hemos pinchado", dice y yo, instintivamente miro a su cintura para ver si llevaba la riñonera con la recámara de repuesto ... (suspense) ¿¿¿¿¿????? Pues no señores; como el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra nosotros nos hemos empeñado en demostrarlo y por eso últimamente salimos sin repuestos y volvemos con las bicicletas del ramal, menos mal que esta vez estábamos a un par de kilómetros del pueblo y hemos regresado rápido; eso sí, hacía un calor impropio de esta época. Mientras los niños y yo nos hemos dirigido al pabellón, Javier ha ido a casa y ha recogido el kit de repuesto y así, en un santiamén, ha podido reparar la rueda. Al final, incluso con estos pequeños percances, ellos han tenido tiempo de pelotear un poco y yo de leer un rato al aire libre, que siempre gusta.

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