jueves, 24 de junio de 2010

¡Nos vamos "pa Cai"!

Pues sí, este año por unanimidad, hemos elegido la costa de Cádiz para pasar unos días de nuestras merecidas vacaciones, concretamente Zahara de los Atunes. Los chicos y yo nunca hemos estado por esa zona pero casi todo el mundo coincide en que es muy tranquila y bonita; a priori, el único inconveniente que he visto son los precios de los alojamientos que están bastante más caros que en el resto de la península aunque supongo que por algo será. Para que os hagáis una idea esta es la descripción que más me ha convencido:
"ZAHARA DE LOS ATUNES, es un hermoso pueblo de raíces marineras que aun conserva un litoral de playas vírgenes con finas arenas y aguas cristalinas, donde todavía no ha llegado la civilización del hormigón en forma de paseos marítimos, además sus calles y paisajes están cargadas de belleza de principio a fin. Sin lugar a dudas es un pueblo donde pasear por su playa puede ser una actividad realmente encantadora. Su nombre es debido a su pasado marinero y a la pesca del atún rojo, que actualmente se viene realizando con las famosas almadrabas, convirtiéndose en la base de la gastronomía Zahareña."
Por supuesto que no dejaremos de visitar otros sitios vecinos como Vejer, Tarifa, Barbate, Conil. Caños de Meca e incluso Gibraltar y por las tardes, cuando el sol no quema tanto, aprovecharemos para darnos un chapuzón en la playa ... pues eso, lo que se suele hacer en vacaciones. Ya me he estado documentando y en esta página http://www.zaharaenlaweb.com/index.php hay mucha información útil por si os animáis.

lunes, 21 de junio de 2010

Sin descanso dominical

En esta casa da igual que sea lunes o domingo, la cuestión es no parar ya sea haciendo deporte o lo que surja y ayer tocaron ambas cosas: nos levantamos temprano con la intención de pintar la fachada de casa, que, con las lluvias de este año, había perdido mucho lustre y a eso de la una y media ya estaba terminada: Javier pintaba y yo ayudaba en lo que podía. Por la tarde, después de visitar a nuestra pastelera favorita y engullir las mejores palmeras de chocolate de toda la Mancha, quedamos con unos amigos para salir con las bicis y, como la tarde estaba fresquita dimos un paseo estupendo para aligerar las piernas. Desde casa haríamos aproximadamente unos 23 kilómetros saliendo por el camino del Cristo hasta el Peral y volviendo por el camino bajo después del correspondiente descanso (helado incluído). A la vuelta daba gusto pedalear pues el camino está bastante bien, llevábamos el aire a favor y el sol ya se había puesto. Os voy a dejar unas fotos del recorrido para que observéis que, gracias a las lluvias, aún se puede salir al campo y ver correr el agua.

jueves, 17 de junio de 2010

El árbol que perdió su sombra

Oyakudachi es una palabra japonesa que significa ‘'ponernos en la piel de otro'’. Un ejercicio innato de nuestra espiritualidad que la ajetreada vida cotidiana nos hace olvidar con demasiada frecuencia.
‘El árbol que perdió su sombra’ es un cuento de Oyakudachi que relata de forma metafórica la evolución de la enfermedad de Alzheimer y nos acerca a los sentimientos que la envuelven. Hojas de árbol donde se anotan historias cotidianas, la sombra donde a partir de ellas se construyen los pensamientos y pergaminos de papel que guardan nuestras memorias. Incluye una guía sobre cómo saber envejecer, mantener la mente activa y los 10 primeros signos de la enfermedad de Alzheimer. Cuento:

Cuando nace un árbol, sus primeros brotes guardan la memoria de aquellos primeros momentos.
Y a medida que el árbol crece y crece, todos sus recuerdos van anotándose, uno tras otro, en sus hojas como si fueran las hojas de un libro; el libro de su vida.
Así, año tras año, en su despertar con la primera luz de la primavera, nuevos brotes de ramas verdes le hacen crecer hacia lo alto, de forma esplendorosa y floreciente.
El árbol va cubriendo su copa de hojas y más hojas, que va llenando de anotaciones, de anécdotas, de buenos momentos, también de alguna tristeza…La copa del árbol se hace más y más frondosa.
Durante el verano, su densa copa nos ofrece una estupenda y serena sombra escrita con todos sus pensamientos. El árbol dedica ahora su tiempo a releer todas sus notas y si nos quedamos sentados bajo su sombra nos deja compartir con él todos sus pensamientos. Es un lugar perfecto, tranquilo, donde pensar y aprender. La sombra del árbol nos ayuda a crecer.
Cuando llega el otoño, el árbol acaba de releer todas sus notas y guarda sus más bellos recuerdos o aquellos no tan gratos que le permitirán crecer y madurar. Une las hojas formando un pergamino y las guarda envolviendo su tronco, un lugar seguro, que además le hace más fuerte y robusto.
Así, año tras año, su tronco se hace más y más grueso. Si mirásemos en su interior encontraríamos dibujados bellos anillos de pergamino, perfectamente ordenados, que nos cuentan grandes historias de su vida o de cómo le fue durante aquel año.
Con la llegada del invierno, el árbol entra en un dulce y plácido sueño para descansar hasta que los primeros rayos de sol de la primavera le vuelvan a despertar.
Pero en mi jardin hay un árbol viejo que está triste.
Ha llegado la primavera pero no se acuerda de anotar nada en sus hojas. En su copa hay escasamente un pequeño velo de hojas y en ellas sólo veo escritas unas pocas palabras.
Le veo rebuscar en su interior buscando entre los anillos. Entonces, se pone a releer viejos pergaminos para que le cuenten cómo le fue, quien es, qué hacer. Pero está desorientado, porque cada vez tiene menos fuerza para mirar hacia dentro y los pergaminos andan medio revueltos.
Ha llegado el verano. La sombra con todos sus pensamientos es tan pequeña…
Me apoyo en su grueso tronco y miro con tristeza sus hojas. Leo sus palabras, escasas, tan simples y sencillas, tan divagadas. ¡Cuanto añoro la sombra de antaño!
Pero sigo ahí, sentada bajo su escasa sombra, porque es y sigue siendo mi árbol preferido. El árbol que yo más quiero. Y aunque las notas son escasas, las releemos juntos y yo le añado palabras allí donde faltan.
Sé que me escucha y que mientras yo esté sentada bajo su sombra leyendo, mantengo vivo su pensamiento, mantengo viva su memoria.
Así que soy yo quien ahora rebusca en su interior. Cojo algun pergamino de antaño, y le leo lo que en él hay escrito. Y es entonces cuando noto como mueve algunas de sus ramas, como si intentara anotar todavía algún nuevo pensamiento. Quién sabe…quizás anotar la alegría de recuperar aquella la memoria que ya creía perdida.
A medida que transcurre el otoño, con cariño le ayudo a plegar las notas y a hacer el pergamino. Le ayudo a guardarlo para que su tronco continue estando lleno de pergaminos que lleven su nombre y también el mío escrito…
Llega el invierno pero mi querido árbol no quiere ir a dormir. Se siente agitado y tiene el sueño ligero. Cojo su pergamino preferido y se lo leo. Y con sólo escuchar las primeras palabras se siente un poco más tranquilo y concilia el sueño. Pero aguardo a su lado, velando su sueño.
Y en los momentos más duros del invierno, protejo su tronco desnudo de la fuerte lluvia y de las nevadas.
Abono el suelo para prepararlo para cuando llegue el momento de volver a despertar y la lluvia de abril viene en marzo, apresurada, para regalarle sus primeras gotas de dulce amor primaveral.
Y veo feliz como el Sol sale expresamente de entre las Nubes para ayudarme a templarle porque aún siente mucho frío, mientras el Arco Iris ilumina el cielo de colores para alegrarle el despertar.
Mi querido árbol logra con esfuerzo hacer brotar algunas pocas ramas verdes y hacer nacer algunas pequeñas hojas, pero ya no anota nada. Ahora soy yo quien escribe en sus hojas y quien seleccionarà las historias para guardar en el pergamino de este otoño.
Y veo que mi árbol logra con esfuerzo hacer brotar algunas ramas verdes. Pero tiene la mirada perdida, hacia lo alto,y con dificultad me responde cuando le hablo, como si no oyera.
Ayer le encontré otra vez embelesado, mirando hacia arriba. Y al mirar yo también descubrí unos pájaros que han querido hacer nido en sus desprotegidas ramas para ayudarle a hacer sombra. ¡Y me pareció verle sonreir! Parecía agradecido…como quien escucha melódicos trinos que alegran la mañana.
Es otra vez verano, pero mi querido árbol ha perdido su sombra. Y aunque ya no sabe quien soy, me siento a su lado, allí donde un día me regaló su espléndida umbría. Ahora soy yo quien escribo por él todas sus notas para poder releerlas juntos como cada verano, para luego recogerlas en el pergamino de este otoño…
Y cuando llegue el frío construiré un invernadero para que continúe sintiendo la calidez de su hogar. Y allí, sentada, apoyada en su tronco, le releerlé una y otra vez su pergamino preferido. Y ajenos a la tormenta, pasaremos horas y horas inmersos en extraordinarias historias vividas juntos mientras, a través de los cristales, veamos caer grandes gotas de lluvia.
Y cuando acabe la tormenta y llegue la calma, me quedarán sus preciados papiros y el eterno orgullo de haber gozado de su espléndida umbría.
Fuente: http://www.oyakudachi.eu/index.html

miércoles, 9 de junio de 2010

¿Qué es para tí un día duro?

Seguro que a veces, cuando cae la noche y consigues sentarte un rato a descansar, piensas en cómo ha sido el día: trabajo, prisas, stress, dolor de cabeza y también momentos agradables; pero lo que nunca pensamos es cómo es la jornada para los demás, en especial para esas personas que no lo tienen tan fácil como nosotros. Si tenéis 7 minutos y podéis ver (¡sí, ver! mucha gente tiene 7 minutos pero no puede ver) paraos un segundo a compartir el día a día de esas personas que, rompiendo todos los esquemas, hacen su vida normal ... aunque quizás todo se vería menos raro si nosotros mirásemos con otros ojos. Espero que os guste.

domingo, 6 de junio de 2010

Crónica 10 Km de Antonio Serrano

No ha habido sorpresas y todo ha sido como más o menos esperábamos: calor, cuestas y un tiempo final, que aunque no es el mejor de la temporada, le ha servido para coger buenos puntos en el circuito de carreras.
Hemos llegado temprano a La Solana y corría una ligera brisa fresca pero hacía sol y se prevía que la temperatura durante la carrera iba a ser alta. Javier ha salido a un ritmo no excesivamente alto pues sabía de los problemas que podía tener si no dosificaba bien y, en esta ocasión, su táctica ha dado buenos resultados: ha ido de atrás hacia adelante pasando corredores hasta llegar a meta en 00:36:44 en la posición general número 25 (de 600 atletas); en su categoría ha vuelto a ser cuarto (digamos medalla de cartón que la de chocolate se derrite con estos calores) aunque para él ha sido una inyección de moral al haber superado a varios de los atletas que habitualmente suelen entrar a meta antes que él.
Ya he dicho que el día no ha sido el más propicio para correr, de hecho una corredora ha entrado desfallecida y más de uno a terminado vomitando, pero hemos tenido otra buena jornada de atletismo para el recuerdo.
¡Enhorabuena a todos los que habéis terminado! ¡Nos vemos en la próxima!
¿Quieres ver las fotos? Haz click aquí.
Para las clasificaciones aquí.

miércoles, 2 de junio de 2010

10 Km de Antonio Serrano

La próxima cita la tendremos este domingo en La Solana: a las 10:00 de la mañana dará comienzo la prueba con un circuito urbano de 10 km. La distancia está muy bien para Javier pero en los últimos entrenamientos no está teniendo buenas sensaciones por lo que, el resultado, será sorpresa; el único inconveniente que veo es el calor que puede hacer pero al ser una carrera "corta", en teoría, tiene que estar acabada en poco más de treinta y cinco minutos. Os voy a dejar una entrada que he sacado del blog de los trotones en la cual se explica, desde el punto de vista de un atleta, el recorrido: "Imagina: Son las diez de la mañana del seis de junio y estás en La Solana. En la salida hay alrededor de 600 personas y te han dicho que la carrera es dura, pero tú estás tranquilo/a porque sabes kilómetro a kilómetro lo que espera.El ambiente es increíble y salida es cuesta abajo, la cuenta atrás comienza, la adrenalina sube, tres, dos uno, y a por ellos. La salida es cuesta abajo, y una vez pasado los primeros 100 metros comienza a regular, no te dejes llevar por las emociones. Después de los primeros 300 metros de bajada, pasando por el puente de las instalaciones del Patronato de Deportes, una curva a la izquierda afronta la Avd. de la Libertad y comienza la subida, es el inicio de 2 kilómetros de subida en distinta proporciones, la mayoría de ella llevadera aunque no deja de subir. Con el primer kilómetro llegas a la antigua carretera con muy buen asfalto pero entéramente es de subida hasta el kilómetro dos. En el kilómetro dos pasas por la Ermita de San Sebastián, el monumento más antiguo de la localidad, y la subida aunque es más tenue se empieza a notar en tu ritmo y respiración (relájate es normal), hasta llegar al kilómetro 3 (punto de avituallamiento) aquí te quedan únicamente unos 400 metros de falso llano, y ahora comienzas a llanear y a bajar ligeramente, justo ahora, cuando te habías adaptado al terreno y al ritmo. De los kilómetros 4 al 5 se te pasará volando, es llano y lo agradeces, aprovecha para recuperar. Pierde unos segundo es admirar la plaza rodeada de arcos (tienes que venir cualquier día de verano y contemplar su plaza iluminada en una de las múltiples terrazas), así como el Palacio Don Diego. Volvemos a la carrera. Sobre el 5´5 vas a iniciar la segunda vuelta y el recorrido ya te es conocido, no peques de valiente que ya sabes lo que espera. Aguanta el paso de kilómetros hasta llegar al kilómetro ocho, aquí ha termiando cualquier subida y puedes empezar a incrementar tu ritmo. Pasado el kilómetro nueve sales de la localidad con la Avenida de la Constitución y apenas queda nada, pasas el parque de la localidad y vas a coger la última calle en dirección a meta todo de bajada, ten cuidado porque a pesar de ser bajada, la piernas ya no están para muchas exhibiciones y te puedes llevar una sorpresa desagradable. Pero no pasa nada, ya está, comienzas a ver los distintos arcos de meta. Conseguiste terminar."