sábado, 10 de octubre de 2009

¡Vaya fallo!

Hoy ha amanecido un día precioso y no podíamos dejar de salir a dar una vuelta con las bicis. Como Javier quería medir milimétricamente el camino de la Membrilla hemos salido tranquilos e incluso nos ha dado tiempo a rebuscar unas uvas. Estábamos entre los kilómetros 7 y 8 cuando Javier ha dicho "me parece que hemos pinchado", ha dicho "hemos" pues él acarreaba a Lucía; lo mejor de todo ha sido que se le ha olvidado coger la bolsita con todos los "apechusques" y la idea de arreglar el reventón, no pinchazo, parecía imposible (no teníamos ni bombín). Eran las 12:15 de la mañana y él entraba a trabajar a las 14:00 por lo que no podíamos demorarnos mucho y la idea ha sido la siguiente: Lucía y yo nos quedaríamos con la bici averiada (y las uvas) y los Javieres se irían a casa a por el coche para recogernos. Para hacer más leve la espera nos hemos puesto a andar con la bici del ramal, y Lucía, toda divertida decía que nos parecíamos al superviviente de cuatro: se imaginaba comiendo conejos crudos y haciéndose cabañas con los sarmientos; sólo se ha asustado un poco cuando veíamos a algunos cazadores con la escopeta al hombro y los perros correteando alrededor. Cuando ya habíamos andado dos kilómetros ha aparecido Javier con el coche y en un abrir y cerrar de ojos estábamos en casa comiendo. Lucía dice que se ha divertido mucho y que quiere repetir experiencia, yo, por mi parte, espero que no nos suceda esto muy a menudo. No os puedo dejar ninguna imagen pues yo también he tenido un lapsus y he olvidado la cámara, pero vamos, que tampoco os perdéis mucho.

2 comentarios:

vicente dijo...

seguro que a partir de este día no faltará en tu equipaje de mano una cajita de primeros auxilios para la bici.

Ana dijo...

Siempre la llevamos, pero como sabrás y por no contradecir a Murphy, siempre ocurren las cosas cuando no deberían ocurrir. Y la próxima vez le voy a colgar la bolsita en ... (cada cual que piense el sitio que le parezca oportuno) para que no se le olvide.