lunes, 26 de septiembre de 2011

Turismo enológico por Valdepeñas


El olor inconfundible que se respira en el pueblo nos recuerda que aún estamos en época de vendimia y como nos gusta que nuestros hijos conozcan las cosas de primera mano, hace unos días Javier propuso ir a visitar una bodega con ellos para que pudieran seguir el proceso.
Un compañero de fatigas de Javier ha tenido el detalle de enseñarnos amablemente su bodega, J. A. Megía e Hijos- Corcovo, donde los cuatro hemos disfrutado de lo lindo y donde también hemos aprendido detalles en los que, de no haber ido, no habríamos reparado nunca.
Hoy lunes 26 de septiembre, a eso de las seis estábamos llegando y ya habían descargado el último remolque del día, pero aún hemos podido ver en funcionamiento la prensa y el distinto tratamiento que se da a un tipo de uva u otra.
Yo me he quedado maravillada con todo el proceso, sobre todo con la fermentación, que se apreciaba a simple vista por el burbujeo parecido a la ebullición y el aroma característico; hemos podido probar el mosto fermentando en varias de sus fases: el sabor, fabuloso, lo prefiero antes que el de cualquier vino comercializado pero de un color turbio en el blanco y opaco en el tinto lo hacen menos apetecible a la vista que al paladar.
Para finalizar la visita hemos bajado a la bodega (a unos doce metros de profundidad) donde reposan las barricas con los vinos reserva a una temperatura y humedad envidiable; algo digno de ver que te transporta a otra época. A partir de ahora, cuando nos tomemos un vino, seguramente lo veremos con otros ojos.
Sólo me queda agradecer a Juan Antonio Megía su amabilidad, sus explicaciones y el tiempo empeñado en nosotros que casi neófitos en estos temas, hemos tenido que preguntar en varias ocasiones.
Si os apetece echar un vistazo a las fotos haced click aquí

.Para saber más sobre la bodega: CLICK AQUÍ.

4 comentarios:

Julian Diaz dijo...

Curiosamente este sábado con mi familia hicimos lo mismo, visitamos la bodega Cristo de la Vega de Socuéllamos. Fue alucinante, mis experiencias en las bodegas que he visitado nunca fueron en época de vendimia, y el encontrarme con filas enormes de tractores esperando a descargar la uva, la vista del mosto corriendo por las tuberías, las enormes cisternas para guardar el mosto y su fermentación. ¡¡¡Y yo que tan solo me limitaba a coger un racimo de uvas de los remolques que iban a las bodegas de mi pueblo cuando era pequeño!!!

Ana Estrada dijo...

¡Qué alegría verte por estos lares! Aquí podrás encontrar de todo un poco, como reza el subtítulo del blog.
Con relación a tu comentario, me parece mentira que viviendo en la Mancha tengamos tan asumido lo del vino que no prestemos atención ni le demos la importancia que tiene a la cultura vinícola (y eso que de la uva se aprovecha todo), seguro que en la Rioja explotan al máximo su D.O.
Muchas gracias por tu visita, siempre serás bienvenido.

Virtudes dijo...

!Que recuerdos me traen esas fotos! me acuerdo de la bodega de mi abuelo, y con solo ver esas imágenes ya me llega el olor del vino.
Los empotros de la bodega de mi abuelo no tenian barandilla, y nos la saltabamos de parte a parte, mi abuelo se ponia todo orgulloso de verme saltar detrás de él, mi madre y mi abuela nos gritaban desde abajo despavoridas,por si nos caiamos...!Jo que recuerdos!

Ana Estrada dijo...

Estuvo bien la excursión, lo único que Lucía, a la que no le gustan muchos las alturas, estaba deseando irse y no disfrutó tanto como los demás. Muchas gracias por tu comentario y por seguir visitándonos.