miércoles, 4 de abril de 2012

Más vale tarde ...



... que nunca.
Llevaba ya varios días sin descargar las fotos de la cámara y hoy, que parece que mi hijo se ha ido a dar una vuelta y me ha dejado vía libre para el ordenador, lo he hecho rápidamente, y al ver las imágenes he recordado lo que dio de sí el domingo, sobre todo por la tarde.
No apetecía mucho salir a pasear pues hacía viento y estaba muy nublado, de hecho se veían algunas nubes descargando agua no muy lejos, así que descartamos la idea de salir en bicicleta; Lucía propuso ir al Peral a montar en poni y a falta de algo mejor que hacer allí nos fuimos. ¡No había ni un alma! Cogimos a "Perla" (la poni en cuestión, que además está preñada ¿lo permitirá la reforma laboral? ¿?) y sendero arriba estuvimos un rato tirando del ramal porque, está claro, que si sueltas las riendas se te pasa la media hora comiendo hierba en la linde con el jumento; tras devolver a Perla, dimos un paseo hasta la pradera donde padre e hija encontraron una caña ideal para dos: la partieron y ¡a luchar! Lo que yo digo, que el que no se conforma es porque no quiere.
Os dejo unas imágenes para ilustrar la entrada.

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