Ayer al mediodía llegábamos a casa tras pasar unos días en Vera, Almería. Habíamos pillado una oferta muy buena y yo tenía mis dudas sobre la calidad del hotel, pero he de decir que la cosa ha ido bien: más que una habitación era un apartamento pues tenía dos habitaciones, baño, comedor-cocina y una enooooorme terraza con jacuzzi y todo, aunque empeza a funcionar el 1 de junio ¡me quedé con las ganas del jacuzzi! La comida, si bien un poco repetitiva, era de nuestro agrado, sobre todo en los desayunos que nos poníamos como el quico. A la hora de las comidas parecía que estábamos en la plaza de Valdepeñas pues coincidimos con varias parejas del pueblo y además, si vas con Javier parece que vas con el Papa pues lo conoce "to" dios: el primer día en el almuerzo "oye, tu eres el que trabaja en la piscina, ¿no?", el colmo vamos.Por las mañanas hacíamos pequeñas excursiones por la zona, Mojácar, Garrucha, Carboneras ... y por las tardes nos acercábamos hasta la playa a bañarnos un rato. En un principio parecía que el tiempo nos iba a fastidiar las minivacaciones pero cayeron dos gotas por las mañanas y el resto del día se quedaba una temperatura fabulosa.
Por las noches después de cenar los niños estaban tan cansados que, como muy tarde, a las once, ya estábamos descansando que en principio, es de lo que se trataba: descansar, pasear, disfrutar un poco de todo lo que las prisas del día a día no nos dejan y ... ¡qué pena que todo termine tan pronto! Por lo menos podemos estar agradecidos de haber disfrutado de este pequeño asueto a finales de mayo.
Os voy a dejar muy pocas fotos esta vez pues la puñetera cámara ha vuelto a fallar y se me han borrado literalmente, más de la mitad. Así que, como para muestra un botón, os dejo las que han sobrevivido y se pueden enseñar, si queréis verlas haced click aquí.
¡Ah! Por si os animáis, aquí os dejo la información del hotel.
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